Sin lugar a dudas uno de los planes ideales para compartir en familia, y especialmente con los niños, consiste en visitar un zoológico, o sitios semejantes como un parque o reserva de protección animal, donde es posible apreciar algunas especies salvajes en vivo y en directo, con máximas medidas de seguridad.
Para que la experiencia sea tan segura como gratificante para humanos y animales, debemos atender como mínimo las siguientes recomendaciones.
1. Respetemos los senderos y recorridos establecidos por el zoológico. El plan de recorrido en un lugar como este tiene un propósito definido y ha sido pensado para que podamos apreciar a cada especie sin ponernos en riesgo como visitantes ni poner en riesgo a los animales y a otras personas. También tiene como fin evitar que nos extraviemos. Además, al mantenernos en el recorrido preestablecido podemos disfrutar del circuito completo y escuchar las explicaciones del guía. Luego, si queremos y se nos permite, podemos deambular un poco por el lugar para ver más en detalle lo que nos ha llamado la atención.
2. Dejemos las mascotas en casa. La razón es que las mascotas pueden estresarse tanto como los mismos animales del zoológico, y esto puede poner la salud de unos y otros en serio peligro. Es mejor entonces que te abstengas de llevar a tus mascotas a la visita.
3. Tengamos especial cuidado con los niños pequeños. No debes soltarlos de la mano ni dejar de observar sus movimientos y reacciones constantemente. Un solo descuido puede provocar que un pequeño se extravíe, que ingrese a una zona de riesgo, o se acerque más de la cuenta a los animales que está apreciando. También es posible que se estrese por la presencia y los ruidos de los animales del lugar.
4. No ingresemos con alimentos ni objetos que puedan llamar la atención de los animales. El aroma de los alimentos suelen atraer a los animales porque la mayoría tienen un olfato más fino que el de los humanos. Entonces entrar al lugar con comida puede volverse un problema muy incómodo. Quizás haya lugares del zoológico o el parque donde sea permitido alimentar a los animales pero seguramente te lo harán saber con antelación y te dirán claramente qué y qué no puedes ofrecerles.
5. No debemos dejar desperdicios o basura como bolsas o envases plásticos o de vidrio botados en el lugar. Es mejor usar los depósitos destinados para ello y no arriesgarse a que los animales del parque o la reserva que estamos visitando consuman o se lastimen con estos desechos y se enfermen o mueran.
6. Aprovecha la ayuda de los guías y demás funcionarios del lugar. Ten presente que si tú y tu familia tienen preguntas o se les presenta algún inconveniente, van a la fija cuando acuden a las personas que han sido entrenadas para resolver las inquietudes y las situaciones de los visitantes. Aunque ya conozcamos el lugar, no debemos creer que lo sabemos todo ni que ya no necesitamos del apoyo de los trabajadores.
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